Se oye un pitido que se extiende unos segundos, silencio. Otro pitido, más silencio. Una y otra vez. Entonces ocurre.
− Es el contestador de Kirley, puedes dejar un mensaje y te contestaré en cuanto lo escuche, ¡Gracias!
(Su voz. Es ella, no hay duda. Volver a escucharla me trae tantos recuerdos... Se oye un pitido corto, tengo que decir algo, no puedo quedarme callado.)
− Si... Hola... Soy yo, Carlton... Pf no sé muy bien qué estoy haciendo, pero este whisky me ha dado las fuerzas que necesitaba para llamarte y decirte que bueno... Joder te necesito aquí conmigo... Perdona si digo algo que no deba, siento mucho lo de la otra noche... No debí haberte dicho esas cosas horribles, de verdad que no las pienso, y la sola idea de perderte me mata... Ojalá pudiera arreglar lo que hice, decirte unas palabras bonitas, algún verso poético, pero ya sabes que no soy esa clase de persona... Estoy harto de esta mierda, lo único en lo que puedo pensar es en lo mucho que te quiero... Solo tú eres capaz de llevarme a lo más alto, nunca nadie me había hecho sentir así, lo único que te pido es que vengas y te tomes una copa... Espero no estar llamándote demasiado tarde... Espero que no... Solo tú eres capaz de encenderme por dentro, una llama en mi interior que ilumina recovecos de mi alma que creía perdidos para siempre... Quédate conmigo hasta tarde, como solíamos hacer, fumando y hablando... Jamás me cansaré de escucharte, la perfecta sincronía del movimiento de tus labios y tu voz, que me abstraías de todo lo demás... Me encantaría volver a los viejos tiempos, cuando éramos inseparables, cuando me necesitabas, porque yo lo sigo haciendo... Aún estoy borracho, qué puedo hacer, pero el alcohol no va a devolverme tu presencia, tu cariño... Tengo tanto que decirte... Pero sé que no quieres volver a verme... Y no puedo soportarlo... Estoy aquí, en el puente donde nos besamos por primera vez, donde comprendí el significado del amor, el significado de pertenecer a algo mayor, un "nosotros"... Pero eso se ha perdido entre las mentiras, los reproches, los celos y los rencores... Y si algo tengo claro, es que no voy a ser capaz de volver a sentir nada parecido con nadie más, así que para qué seguir, por qué luchar por algo que no vale la pena, algo que no tiene salida... No soy capaz de reponerme, de seguir adelante, de pasar página, de olvidarte... Ni pienso hacerlo... Quiero que sepas que te he querido, más que a nadie en mi vida... Serás la primera persona de la que me he enamorado, y la última... Para siempre...
Se corta la llamada.
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